miércoles, 12 de septiembre de 2012

Recuerdos "Gran Fele"

Rafael Pla “El Gran Fele”


En 1952 inicia su carrera profesional Rafael Pla, después de un periodo en que había combinado la dedicación amateur al teatro con su trabajo en las instalaciones del tranvía de Valencia. Pla no tenía antecedentes artísticos en su familia, por lo que sus conocimientos y técnicas las había ido adquiriendo desde la práctica y con el estudio, recibiendo influencias de algunos profesionales como Paco Sanz, Chacolí o Wenceslao Moreno.

Su vida artística tiene dos etapas. En la primera de ellas Pla presenta sus números junto con otros artistas, a los que se contrata para hacer giras con espectáculos de variedades. A partir de la temporada 1956-57 forma su propia compañía, y elabora los primeros espectáculos de títeres, entre los que se encuentran títulos como El rescate de Margarita y El diablo que fue por lana y salió trasquilado. Construye sus muñecos a partir de moldes de la empresa Laina, y los decorados son obra del escenográfo del Teatro Alcázar. Igualmente desarrollará números de ventriloquia, especialidad en la que alcanzo un gran prestigio.

Realizó una gran cantidad de giras, en las cuales visito entre otras ciudades Ceuta, Tánger, Melilla, Lisboa y Sevilla. A principios de los años 60 intervino por primera vez en televisión Española, en la que será pionero en el trabajo con muñecos. Indudablemente, sus actuaciones televisivas reforzaron su fama y su reputación tanto en tierras valencianas como en el resto del Estado.


Sus títeres de ventriloquia más conocidos eran Felín y Felón: el primero, construido en el taller de fresadores del tranvía, es un muñeco creado a partir de un molde, con una peculiar textura granulada que se obtiene con una técnica especial. Felín fue reciclado en diversas ocasiones para diferentes espectáculos, y estuvo en activo hasta 1985. El otro protagonista, Felón lo consiguió Pla de una conocida serie inglesa de televisión titulada “Los Vigilantes de las Estrellas”. A diferencia del otro, este muñeco tiene una gran movilidad facial: sus orejas, cejas, ojos, labios y la parte inferior de la boca tienen movimiento independiente. Ambos están construidos para ser utilizados con la mano derecha, y presentan la mirada orientada a su izquierda para facilitar la sensación de dialogo con el manipulador.

A diferencia de Chacolí, Rafael Pla sí hubo de soportar la acción de la censura en sus textos, que tenían que pasar por un control previo para poder ser estrenados. Igualmente hubo de obtener el carné de la Falange para trabajar. Casi como exigencia del guión, acababa siempre sus intervenciones diciendo: ojitos de España, Ole! Adiós!.

Iniciador de una saga de artistas, que después de su muerte en 1979 han continuado con El Circo Gran Fele, Rafael Pla representó en su momento la recuperación de la calidad artística, y la introducción de un nuevo estilo acorde con la época y favorecido por los cambios de todo tipo que comenzaban a afectar al país. En efecto, tanto la televisión como la incipiente llegada de turistas fueron dos fenómenos que propiciaron su éxito profesional. De alguna manera, con Rafael Pla comienzan a desvanecerse las brumas de la posguerra también en el mundo de la animación.
En recuerdo de mi padre


Texto recopilado del libro de "Miguel Oltra Albiach

"VOREJANT LA HISTÓRIA" Els titelles valencians 1875-1975.

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